Los símbolos básicos en el sello son la cruz, las Escrituras, la paloma y las llamas.  El elemento estructural y teológico dominante lo es el símbolo de la cruz - el símbolo universal y más ecuménico de la iglesia cristiana.  La cruz representa el amor de Dios encarnado en Cristo Jesús, en su pasión y resurrección. Por su asociación con la historia presbiteriana, la cruz céltica fue escogida como modelo para esta representación contemporánea de dicho símbolo antiguo.

El experimentar con las líneas básicas y la forma de la cruz, comenzó a emerger la forma de un libro en la sección horizontal, y las dos líneas centrales de la cruz vinieron a  ser la representación de un libro abierto.  La integración de las dimensiones horizontales de la cruz con el motivo del libro destaca el énfasis que la tradición Reformada ha puesto en el papel de las Escrituras como el medio de conocer la Palabra de Dios.

La forma levemente ensanchada de la cruz céltica hace posible el transformar la parte superior dándole la forma de una paloma descendiendo.  La paloma, como símbolo del Espíritu Santo, se entrelaza íntimamente a la representación de la Biblia, afirmando el papel del Espíritu tanto inspirando como interpretando las Escrituras en la vida de la Iglesia.  La paloma también  simboliza el bautismo de Cristo hecho por Juan, la paz y restauración que su muerte y resurrección traen a un mundo quebrantado.

Debajo de la imagen del libro se sugiere la forma de un atril o púlpito, lo cual captura el papel importante de la predicación en la historia de la adoración presbiteriana.

Integrados en la parte inferior del diseño se encuentran unas llamas las cuales sugieren un triángulo, símbolo de la Trinidad.  Las llamas dan a entender un significado doble: un símbolo de la revelación en el Antiguo Testamento cuando Dios le habló a Moisés desde la zarza ardiente, y una referencia del comienzo de la iglesia cristiana cuando Cristo se manifestó a sus apóstoles en Pentecostés y los comisionó a ser mensajeros de las buenas nuevas del amor de Dios.

El triángulo también sugiere la naturaleza del gobierno presbiteriano, con su preocupación por el balance y el orden, dividiendo la autoridad entre los ministros de la Palabra, los laicos y los diferentes cuerpos gobernantes.  Esta interpretación de la Iglesia fue basada en parte en una idea importante de la teología reformada: el pacto, el cual Dios establece con las personas para afirmar el amor permanente de Dios y llamarnos a la fe y obediencia a Jesucristo.

Al mirar detenidamente a algunos de los componentes visuales del diseño, los observadores podrán descubrir elementos que parecen fundirse con algunos de los símbolos teológicos más obvios.  En la forma de la paloma descendiente, por ejemplo, uno pudiera discernir, en el cuerpo del ave, la forma de un pez, símbolo representativo de Cristo para los primeros cristianos, al llamado de su ministerio para aquellos que pasan hambre.  Para algunos, el diseño en general, evoca la caligrafía de los manuscritos hebreos y griegos.  Otros han visualizado la pila bautismal o la copa de comunión.